Referendúm contra los Fondos de Inversión

Otra posible pregunta para presentar a los europeos es aquella que intenta solucionar el problema de la vivienda en Europa. Este es un problema se suele presentar como que afectara solo a los jóvenes, lo que no es cierto, ya que existe una parte significativa de adultos que siguen viviendo del alquiler y que han visto como los alquileres suben tanto o más que los precios de la vivienda. En especial es un problema que afecta mucho a los jubilados que tienen una baja pensión y que, por la edad, no tienen ninguna expectativa de ver aumentar sus ingresos.
Es bastante significativo que los políticos, tanto europeos como nacionales, hayan evitado afrontar este problema que viene creciendo desde hace una década, y la razón no es otra que la de no afectar a la principal fuente de beneficios de los Fondos de Inversión estadounidenses y europeos. Más adelante veremos que la subida del precio de la vivienda está siendo empujado por la inversión que hacen los Fondos de inversión en viviendas. Se entiende entonces muy bien que es necesario plantear la solución a los ciudadanos europeos y no a los políticos europeos, porque estos últimos no harán nada que merme los beneficios de los Fondos de Inversión.
La pregunta del referéndum sería:
«¿Quiere usted que la Comisión Europea prohíba a cualquier persona no física, como bancos privados, Fondos de Inversión, sociedades anónimas, etc, comprar o poseer una vivienda, al mismo tiempo que se les concede un plazo de 5 años para que vendan las viviendas que ya posea?”
SI/NO
La pregunta puede parecer enrevesada, pero no porque no este claro lo que dice, sino porque los ciudadanos nunca han sabido de dónde proceden los beneficios que obtienen los Fondos de Inversión. Por eso, para entender la conveniencia de responder SI a la pregunta que hemos planteado es necesario antes explicar qué son los Fondos de Inversión y de dónde sacan sus beneficios. Imaginemos alguien que, por la razón que sea, dispone de mucho dinero. Como es lógico esa persona no conserva su dinero como dinero porque se devalúa perdiendo valor con el tiempo, sino que compra bienes de capital que aumentan su valor con el tiempo, que es lo que se conoce como invertir. El ahorrador es, por lo tanto, lo que los economistas llaman “inversores”. Desde luego, esa persona podría invertir por sí mismo sus ahorros, pero lo que suele hacer es llevar su dinero a un Fondo de Inversión para que sean ellos los que los inviertan. Un Fondo de Inversión es, por lo tanto, una empresa privada creada para invertir el dinero que ahorran la gente, sea mucho o sea poco. Así definidos, no hay intrínsecamente malo en los Fondos de inversión, ya que lo único que hacen es intentar que el dinero del ahorro de la gente no solo no se devalúe con el paso del tiempo, sino que, si es posible, se incremente. incrementarlo. Visto así, un Fondo de inversión casi es una ONG y, de hecho, en muchos países hay legisladas exenciones impositivas cuando inviertes tus ahorros en un Fondos de Inversión, lo que es una auténtica barbaridad.
El problema que plantean los Fondos de inversión para la economía no está, pues, en el motivo por el que existen, que es completamente legítimo, sino en la forma en la que consiguen los beneficios que reparten entre la gente que invierte sus ahorros en los Fondos de inversión.
Para entender cómo los Fondos de inversión alcanzan el objetivo de incrementar el valor real del dinero que toma de los ahorradores (se les llama inversores) es importante saber que los Fondos de Inversión utilizan el dinero de los ahorradores para comprar bienes de capital cuyo valor esperan que incrementen con el tiempo, Por supuesto, si un bien de capital comprado por un Fondo de inversión se desvaloriza, el fondo pierde dinero y con él, los inversores, por lo que tiene que asegurarse de que eso no ocurra, y ahí es donde viene el problema, porque los Fondos de inversión buscan bienes de capital cuyo precio se incremente porque ellos los están comprando. La vivienda es uno de estos bienes que suben su precio cuando los Fondos de inversión los compran y, por ello, los compran. Si tiene en mente este hecho manifiesto, de que la vivienda sube de precio cuando los Fondos de Inversión la compran, no tendrá problema en entender por qué debe de impedirse que los fondos de inversión adquieran viviendas.
Volvamos a hora a los países europeos. Cuando una vivienda se pone a la venta hay tres tipos de compradores que tienen interés en comprarla, los jóvenes que quieren adquirir una vivienda para poder independizarse de los padres, la persona adulta con vivienda que tiene dinero ahorrado y que buscan comprar una para venderla después a un mayor precio y los Fondos de inversión que buscan un mercado como el de la vivienda que subirá su precio porque ellos compran vivienda. Obviamente, quien tiene más dinero para pujar por la casa que se pone en venta es el Fondo de inversión, y será quien probablemente adquiera la vivienda. Si la casa no la quiere el Fondo de inversión, el siguiente en la lista en quedarse con ella será el adulto con vivienda y con dinero ahorrado. Observe que quien se quedará sin vivienda es quien más la necesita porque el quien dispone de menos dinero para pujar por ella, de manera que tendrá que alquilar vivienda y pagar de alquiler lo que quieran pedirle. Lo que se observa en la práctica es que el alquiler sube hasta el límite que pueden pagar los jóvenes con su salario, que llega hasta 80% en algunos casos, o hasta el 40% del salario conjunto de una pareja.
Ahora empezamos a entender cuál es el problema de la falta de vivienda y quien lo está causando: Los Fondos de Inversión y los ahorradores privados, dos grupos a los que los políticos le deben su puesto de políticos, ya que son estos grupos los que financian directa o indirectamente sus partidos políticos.
Lo perverso de esta historia es que los Fondos de Inversión dispone de una inmensa cantidad de dinero para invertir. La mayoría de ellos pueden dirigir decenas de millones de euros hacia el mercado de la vivienda produciendo una escasez artificial de vivienda que hace subir los precios. Observe que cuando ocurre esto, por simple arrastre, los ahorradores particulares dirigen sus ahorros también hacia la vivienda provocando juntos una escasez aguda de vivienda, sobre todo en los centros históricos de las ciudades. Lo que sucede después es fácilmente previsible porque, cuando llega el momento adecuado, los Fondos de Inversión venden discretamente las viviendas acaparadas y se salen del mercado obteniendo beneficios medios superiores al 10%. Siendo a partir de ese momento cuando el mercado inmobiliario se hunde y el país entra en una recesión más o menos grave. Eso fue lo que ocurrió de manera drástica en Japón, en Noruega, y también los EEUU. En otros países, la recesión puede no ser muy grave porque la cuantía de la inversión de los Fondos en vivienda no llegó a ser muy elevada. Esto también ocurre con otros bienes de capital, y en general, se puede decir que los que causan la mayoría de las recesiones son los Fondos de inversión cuando se retiran de un mercado que ellos mismo han inflado con sus compras y lo dejan caer.
Se entiende que en un mundo en el que ningún economista está haciendo su trabajo, difícilmente los políticos prohibirán a los Fondos de inversión comprar viviendas por lo que tiene que ser el pueblo europeo es que obligue a la Comisión Europea a legislar en este sentido.
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